Y es inevitable sentir qué quizás te odie un poco, después de todo lo que te he querido. Es inevitable el odiar que algunas cosas no puedan volver a ser como antes, sentir de nuevo la hipocresía de esa mentira tan bien fingida en la que yo ingenuamente participaba y nada sabía.
Te quería tanto,y a pesar de la herida constantemente sangrante que me dejaste, en cierto modo, lo sigo haciendo. Me rehúso a entender que tanto dolor me puedas haber causado, me rehúso cómo la más ciega y sorda de las personas, en el fondo de mi corazón,a pesar de qué tu entretenimiento favorito sea el de clavarme y retorcerme un cuchillo en el centro de los vestigios que quedan de mi amor hacia vos.
Es inevitable el sentirme tan estupida cuando me lastimas,e inevitablemente, qué me duela, ¿porqué motivo? Quizás los dioses lo sepan en el cielo!, pero yo sin quererlo te sigo queriendo y te sigo buscando, cómo pez al anzuelo, nadando en el río, siendo llevada por la corriente de este destino...
No hay comentarios:
Publicar un comentario