jueves, 1 de junio de 2017

Fuego

Y me gusta,
su persona y todo el fuego que nos quema.
Fuego que me quema,
no me deja quedarme quieta.
Disfruto su fuego,
y así también, debo empaparme después
de los más santos pensamientos,
para no hacer de mí misma
una incesante hoguera.
Pero el fuego es tanto,
lo siento por todos lados,
me quema,
y el escozor y el ardor
me imposibilitan el quedarme quieta.
Me gusta su calor
y devolverselo todo,
todo lo que me hace llegar.
Una y otra vez,
con tanto calor los dos, ardemos,
pero su persona me hace disfrutar
el apagar el fuego

Mierda

Me agrada.
Me agrada sentirlo.
Y disfrutarlo.
Me gusta cuando tratamos de saciarnos,
pero sólo conseguimos tenernos más sed.
Me agradan muchas cosas de él,
como el antes,
el durante
y el después.
Me agrada su prisa y su urgencia,
también su calma y su paciencia,
o su violencia.
Todo, así, me agrada.
Y el después, también,
porque me acaricia
y me hace gustar las caricias que nunca antes tuve
y que no sabía que podía llegar a anhelar.
Me agradan sus abrazos, y su voz y la manera en que me habla.
Me agrada, me hace reír.
Y también sus labios me agradan.
Mierda.
Me gusta.
Mierda.

martes, 25 de abril de 2017

Supervivencia

Lo que pasó
Fue lo que inevitablemente tenía que suceder.
No me ganó,
No abandoné,
No hubo knock out,
Ni pelea propiamente dicha.
Fuimos instintos encontrados
Y consumados.
Y ahora también lo fui.
Porque la vida, siempre que la creía buena,
Me dio golpes muy bajos...
Esos días,
Esos días sólo me desprendí,
Por todos lados fui a pasear
(Sin saber que me había ido).
Sólo salí de mí.
Y me perdí.
Y no volví.
Me refugié, cuál tortuga bebé,
Asustada,
Dentro de su caparazón.
No, no fue ostracismo,
Fue puro instinto de supervivencia.

lunes, 10 de abril de 2017

Duele

El temblor de la mano sangrante y traicionera,
Escurriendo gotas por el tibio puñal
Que acaba de sacar
De la espalda a la que se lo acaba de clavar.
Cuando la mano que lastima,
Es amiga,
No hay dolor que duela más.
El temblor de esa mano,
Que tantas veces tomé, ayudé y felicité,
Ese temblor
Parece tan pálido y falso
A la luz de los engaños
Que van brotando en diferentes rememorandos.
La incomprensión de la traición,
Es un puñal certero que cayó en el suelo,
Retumbando y brillando,
Con colores metálicos y sanguinarios combinados.
El sonido del silencio
Y la soledad
De parte de quién amas y confías,
Sonando por los pisos, estrellados en una nada,
Helada...
Son dolores que duelen,
Y mucho.
Y cuando la verdad por todos sea dicha,
La herida ya no existirá
Pero la cicatriz
(Cuando se forme y llegue)
Allí va a estar. Recordando.
Recordándonos.
Sabiendo lo que no sabía antes,
Sabiendo la tranquilidad de mi conciencia;
Y el cansancio de la traición y de la falta de confianza,
Al fin estará relajado.
Y esos dolores,ya no doleran tanto.

jueves, 16 de marzo de 2017

Jardines de arena

Iba camino a casa,
En el colectivo de siempre.
Rodeada de tanta gente, pero aislada
Con mis auriculares y un par de canciones tristes,
Con la mirada en la ventanilla,
Mi mejor confesor e incitador filosófico.
Y de golpe quise llorar.
Los ojos,
Llenos de tormentas de arena
Como la peor que pudiera tener el desierto del Sahara,
Así de secos se encontraban.
En algún momento imperfecto e inoportuno, como la vida misma,
La ira, ansiedad, frustración, el peso de la soledad y del dolor,
Se volcaron a lo opuesto .
Un rayo se cruzó, el trueno siguió
Y una gota de la nada humedeció
El arenoso jardín que había dentro de esos ojos.
De pronto, llovió.
De pronto, la tormenta de arena, comenzó a asentarse un poco.

miércoles, 15 de marzo de 2017

Alicia postmoderna

Viaje tortuoso. Viaje maravilloso.
Cayendo y girando en un espiral
Infectado de colores deslumbrantes.
Vi colores que no sabía que existían
Y para siempre me cambió la mirada,
Me giró la perspectiva.
Me transformó en una versión postmoderna, antiheroína y apasionada de cervezas
De Alicia en el País de las Maravillas.
Porque si antes buscaba y me preocupaba un más allá,
Ahora lo busco, miro, admiro y vivo, todo acá.
Porque antes desconocía mucho.
Pero ahora conocí a las lágrimas de felicidad
Y a la responsabilidad que conllevan.

  • Hay que hacerlas valer. Hacerlas valer muy bien.


Walter White

No, no es magia.
Sólo es el mero padecimiento de diferentes reacciones químicas.
Explosiones, para ser precisos.
(Y mejores que las vistas en Breaking Bad).
Es la única manera de explicarlo.
Y no podemos evitarlo.
No compartimos tiempo,
no nos vemos,ni nos necesitamos,
no nos hablamos.
No, ya no.
Pero a veces, sólo a veces e inesperadamente,
nos encontramos.
Entonces, todo explota.
Todas las promesas antes hechas
y todas las que no.
Hasta que llega el después
y sus arrepentimientos frustrantes del día siguiente,
mientras camino por los escombros, por los restos de lo que quedó.
Pero ni siquiera Walter White podría haber logrado la cristalina perfección y claridad que surge luego,
de entre los restos.
Esta bomba no volverá a detonarse.
No,ya no. No de nuevo...
Creo que no.

Lo que somos

Las horas pasan. La Tierra sigue dando sus inexorables vueltas,
Como la mejor bailarina de caja de música que pueda existir.
Pero no aquí.
Aquí somos capaces de formar nuevas galaxias y momentáneos universos paralelos.
Las mejores y más secretas coreografías
son puestas y dispuestas,
las fabricamos aquí.
Con tres carcajadas, dos besos y una pequeña y efímera discusión sobre libros,
flotabamos sobre una bruma de polvo de estrellas por el cosmos.
Nos dábamos sed y nos la saciabamos.
Bailabamos.
Tres carcajadas. Dos besos. Unas cervezas heladas entre tanto.
Eso somos aquí.  En eso nos convertimos.
Y qué felices que somos.

miércoles, 8 de febrero de 2017

"Evolución" (cristales nuevos)

No nos hicimos promesas de ningún tipo. Jamás. Sólo procuramos sinceridad y frontalidad, tal cual era nuestra costumbre, nuestra única modalidad.
La pasábamos bien. Me hizo sentir bien. Me hizo bien. Eso no lo voy a negar nunca.
En algún momento de ese revoloteo sensual, de risas, libertades, liberalidades y demás, fuimos más allá y nos hicimos amigos. O eso creo. Al menos, de mi parte me sentía su amiga y lo sentía mi amigo.
Mil de experiencias nuevas, y el pasar del tiempo y las liberalidades corrieron libres, como caballos salvajes galopando felices por alguna pradera perdida. Y en el medio de eso,  yo también me perdí y me dejé llevar en la carrera. Me dejé caer y sentí mucho y muy fuerte.
Él no.
Él conoció a una persona nueva. Y cayó mucho y muy fuerte por esa persona. Y las libertades y liberalidades, las dejó de lado. Quiso seriedad y formalidad por esa persona,aparentemente. Me contó de esta "novedad".
Yo seguía sin comentarle nada, respecto de mí carrera y caída al vacío por él. Tenía miedo. Ansiedad. Tenía toda la cobardía que era posible tener. Jamás abrí mis sentimientos a nadie.
Al final,lo hice. Ya era tarde. Ya estaba con otra persona. Ya no había nada que perder. Ya consideraba perdido todo. Así fue que mi apertura emocional y sentimental voló en un mensaje, en un whatsapp, como si no fuera la gran cosa, como si no hubiera llorado durante horas, momentos antes, hasta comprender que lo quería. Que lo quería en serio. Que lo quería para "algo más" que de a ratos, más que libertades y liberalidades.
Me costaba comprender por qué, con tanta buena onda y/o química, viene alguien de la nada y sería "mejor" que yo, para él. El tan famoso y falto de sororidad "qué tiene ella, que no tenga yo?" me asaltaba constante y desgarradoramente, a mí y a cualquiera de mis amigos dispuestos  a escuchar "Mi historia".
Todo hasta que pude comprender, que no es mejor. No la conozco en persona. Pero sólo puedo decir que es diferente a mí. Quizás eso era lo que él quería o necesitaba o lo que le gustó. Él tampoco me hizo nada, menos a propósito. Sólo conoció a alguien y se tiró al fondo de la pileta por esa otra persona.
Lo único que se hirió fue mi ego, mi capricho y mis miedos. Y todo eso me lo hice yo solita. Y todo eso me hizo darme cuenta y apreciar un montón de otras cosas, y mirarlas a través de diferentes cristales nuevos, más  brillantes y otros más opacos.
Todo pasa por algo. Yo creo que acepté nuevas miras. Todo pasa. Ya pasó. Quizás... sólo  quizas, un poquito, evolucioné.
La historia continuará, hay que ver qué me sigo y que me sigue ahora.

domingo, 22 de enero de 2017

Mantas

Como cuando era chica. Me tapaba hasta la coronilla con mis mantas y quedaba encapullada en un universo aparte, con estrellas que me imaginaba y planetas donde los monstruos que soñaba (estando dormida y despierta), no existían. No existían o yo tenía la cura para sus males. Y con la cura podía ver qué los había traído hasta ahí, hasta mi cama, hasta debajo de mis mantas, en mi pequeño mundo.
En mi cama y bajo mis mantas, así tantas peleas con monstruos han tenido lugar a lo largo del tiempo. Tantas revoluciones han tomado forma. Tantas historias he visto y escuchado. Pero la revolución e independencia más fuerte que he superado, ha sido la de nuestros cuerpos, la tuya y la mía. Juntos y por separado.
Las estrellas afuera se ven hermosas y me encantan... Pero las estrellas más bonitas y fugaces fueron las que bajo el universo de estas mantas me he enfrentado.

domingo, 15 de enero de 2017

declaración de media tarde

En el centro de lo que no quería sentir,
ahí pegaste.
Me tachabas de "moderna",
pero de lo más clásico que podía suceder,
en el fondo,
no me pude librar.
Nadie puede librarse y salir impune eternamente.
No es que no solía sentir,
es que sí sentía, mucho y fuerte,
pero mi dulzor iba por otra parte.
Pero de golpe, sentí más.
Más de como supuestamente venía la mano,
más, como para poder evitarlo.
Como esas olas del mar que las vas viendo llegar,
te preparas con toda la anticipación del mundo, te sientes como un gladiador a la espera del león,
y cuando llega...
cuando llega...
Saltas.
Saltas con todas las fuerzas que tus piernas y el agua que te rodean te permiten...
Y lo mismo terminas desparramado por el ímpetu
de la naturaleza, de la que siempre nos creemos más inteligentes
y que siempre nos gana.
Me conocías.
En lo importante y lo que valía la pena.
Pero mi "modernidad" y teorías,
de libertad de espíritus, de cuerpos, de mentes,
no pudieron evitar las declaraciones por celular de media tarde.
Declaraciones tardías,
porque supuestamente la mano no venía así,
porque tu mano ya se dirigía a otro rumbo.
Lo que sí venía era la frontalidad,
la honestidad brutal.
Pero aún así,
respuesta a ese mensaje jamás vi llegar.
Y hoy, después de aquel dolor en el pecho
de ese domingo, de tanto llorar,
no quiero y sigo queriendo saber a la vez,
lo que habrás pensado y sentido al leer eso,
qué causé.
Porque tu fantasma reaparece,
cada tanto,
a sacudirme los dolores y la poca dignidad
que creía que existía,
hasta esas declaraciones por celular de media tarde.
Hasta que pronuncié el querer,
y el tiempo vacío fue la única respuesta.


mil piezas

Confusión.
Eso es.
No de lo que siento, de eso me lo aseguré
y también, dolorosamente,
lo confesé.
Tengo confusión respecto de casi todo,
de lo demás,
de lo que es o será,
de lo que yo juego (o no, ahí).
Me siento quizás un poco desarmada,
como un rompecabezas
de esos de más de mil piezas.
Pero todas las partes,
ahí están.
Es sólo que no tengo la imagen ilustrativa,
para saber cómo o qué armar.

lunes, 2 de enero de 2017

las cenizas que queman

Prendamos fuego y quememos todo.
Que las llamas de todos los colores sagrados,
y de los no tan santos, 
consuman la cobarde
y pusilánime
mierda.
Que lo que alguna vez
con las puntas de sus dedos me rozó,
me molestó;
me hizo enojar;
me histeriqueó y confundió;
lo que me costó aceptar:
lo que me hizo amar;
lo que me hizo doler el pecho de tanto llorar
(por primera vez);
lo que hizo que tuviera que alejarme de quienes no quería;
lo que se llevó a mí abuelo e hizo llorar a mi viejo y a mí abuela;
lo que volvió a hacerme doler el pecho de tanto llorar...
Que todo eso se vaya.
Yo sigo vivita y con ganas de hacer frente
y en cualquier posición
a todo lo bueno que me toca por derecho ahora.
Mí derecho, por reacción de lo que yo misma
me voy armando.
Quememos lo malo, y tomemos las cenizas.
Yo también soy una gran pila de cenizas.
Pero cada ceniza tiene bien guardado una gran fuerza...
Y este montón de cenizas que ahora escribe,
sigue ardiendo,
y va a quemar todo a su paso,
con las llamas de todos los colores sagrados,
y también, de los no tan santos.