No, no es magia.
Sólo es el mero padecimiento de diferentes reacciones químicas.
Explosiones, para ser precisos.
(Y mejores que las vistas en Breaking Bad).
Es la única manera de explicarlo.
Y no podemos evitarlo.
No compartimos tiempo,
no nos vemos,ni nos necesitamos,
no nos hablamos.
No, ya no.
Pero a veces, sólo a veces e inesperadamente,
nos encontramos.
Entonces, todo explota.
Todas las promesas antes hechas
y todas las que no.
Hasta que llega el después
y sus arrepentimientos frustrantes del día siguiente,
mientras camino por los escombros, por los restos de lo que quedó.
Pero ni siquiera Walter White podría haber logrado la cristalina perfección y claridad que surge luego,
de entre los restos.
Esta bomba no volverá a detonarse.
No,ya no. No de nuevo...
Creo que no.
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