jueves, 16 de marzo de 2017

Jardines de arena

Iba camino a casa,
En el colectivo de siempre.
Rodeada de tanta gente, pero aislada
Con mis auriculares y un par de canciones tristes,
Con la mirada en la ventanilla,
Mi mejor confesor e incitador filosófico.
Y de golpe quise llorar.
Los ojos,
Llenos de tormentas de arena
Como la peor que pudiera tener el desierto del Sahara,
Así de secos se encontraban.
En algún momento imperfecto e inoportuno, como la vida misma,
La ira, ansiedad, frustración, el peso de la soledad y del dolor,
Se volcaron a lo opuesto .
Un rayo se cruzó, el trueno siguió
Y una gota de la nada humedeció
El arenoso jardín que había dentro de esos ojos.
De pronto, llovió.
De pronto, la tormenta de arena, comenzó a asentarse un poco.

miércoles, 15 de marzo de 2017

Alicia postmoderna

Viaje tortuoso. Viaje maravilloso.
Cayendo y girando en un espiral
Infectado de colores deslumbrantes.
Vi colores que no sabía que existían
Y para siempre me cambió la mirada,
Me giró la perspectiva.
Me transformó en una versión postmoderna, antiheroína y apasionada de cervezas
De Alicia en el País de las Maravillas.
Porque si antes buscaba y me preocupaba un más allá,
Ahora lo busco, miro, admiro y vivo, todo acá.
Porque antes desconocía mucho.
Pero ahora conocí a las lágrimas de felicidad
Y a la responsabilidad que conllevan.

  • Hay que hacerlas valer. Hacerlas valer muy bien.


Walter White

No, no es magia.
Sólo es el mero padecimiento de diferentes reacciones químicas.
Explosiones, para ser precisos.
(Y mejores que las vistas en Breaking Bad).
Es la única manera de explicarlo.
Y no podemos evitarlo.
No compartimos tiempo,
no nos vemos,ni nos necesitamos,
no nos hablamos.
No, ya no.
Pero a veces, sólo a veces e inesperadamente,
nos encontramos.
Entonces, todo explota.
Todas las promesas antes hechas
y todas las que no.
Hasta que llega el después
y sus arrepentimientos frustrantes del día siguiente,
mientras camino por los escombros, por los restos de lo que quedó.
Pero ni siquiera Walter White podría haber logrado la cristalina perfección y claridad que surge luego,
de entre los restos.
Esta bomba no volverá a detonarse.
No,ya no. No de nuevo...
Creo que no.

Lo que somos

Las horas pasan. La Tierra sigue dando sus inexorables vueltas,
Como la mejor bailarina de caja de música que pueda existir.
Pero no aquí.
Aquí somos capaces de formar nuevas galaxias y momentáneos universos paralelos.
Las mejores y más secretas coreografías
son puestas y dispuestas,
las fabricamos aquí.
Con tres carcajadas, dos besos y una pequeña y efímera discusión sobre libros,
flotabamos sobre una bruma de polvo de estrellas por el cosmos.
Nos dábamos sed y nos la saciabamos.
Bailabamos.
Tres carcajadas. Dos besos. Unas cervezas heladas entre tanto.
Eso somos aquí.  En eso nos convertimos.
Y qué felices que somos.