Tanto será que deseo probarte, qué tanto me va a costar conseguirte?
Ya sé, no sos una cosa,
ya sé que tienes voluntad propia,
¿pero tanto va a doler el estar
sin lo que nunca llegué a alcanzar?
¡Vamos, de una maldita vez
date cuenta de que estoy aquí,
llamandote a los gritos una y otra vez!
Puede ser que ésto resulte como unos simples versos baratos,
pero no me importa
¡ésta es la pura verdad, lo que estoy queriendo decir
desde hace rato!
No, no, no,
no pretende encadenarte,
sólo deseo que formes parte de mí
aunque sea por un rato,
que me enseñes lo que sabés
y yo aprenda lo que ignoro,
plantearte mis dudas y juntos tocar la luz cegadora
de un final extasiado en que ambos crezcamos
cada vez más y más.
No pretendo hacer que eternamente te quedes,
sólo que vengas y estés,
sólo por un rato,
¡pero que estés aunque sea una vez!
¿Tanto puede llegar a doler el estar
sin lo que nunca llegué a alcanzar?
¿Puede llegar a doler realmente
el vacío que nunca llenaste?,
puramente vacía estoy pues,
al no alcanzarte ni probarte,
yo te llamé y vos no escuchaste...
No hay comentarios:
Publicar un comentario