No nos hicimos promesas de ningún tipo. Jamás. Sólo procuramos sinceridad y frontalidad, tal cual era nuestra costumbre, nuestra única modalidad.
La pasábamos bien. Me hizo sentir bien. Me hizo bien. Eso no lo voy a negar nunca.
En algún momento de ese revoloteo sensual, de risas, libertades, liberalidades y demás, fuimos más allá y nos hicimos amigos. O eso creo. Al menos, de mi parte me sentía su amiga y lo sentía mi amigo.
Mil de experiencias nuevas, y el pasar del tiempo y las liberalidades corrieron libres, como caballos salvajes galopando felices por alguna pradera perdida. Y en el medio de eso, yo también me perdí y me dejé llevar en la carrera. Me dejé caer y sentí mucho y muy fuerte.
Él no.
Él conoció a una persona nueva. Y cayó mucho y muy fuerte por esa persona. Y las libertades y liberalidades, las dejó de lado. Quiso seriedad y formalidad por esa persona,aparentemente. Me contó de esta "novedad".
Yo seguía sin comentarle nada, respecto de mí carrera y caída al vacío por él. Tenía miedo. Ansiedad. Tenía toda la cobardía que era posible tener. Jamás abrí mis sentimientos a nadie.
Al final,lo hice. Ya era tarde. Ya estaba con otra persona. Ya no había nada que perder. Ya consideraba perdido todo. Así fue que mi apertura emocional y sentimental voló en un mensaje, en un whatsapp, como si no fuera la gran cosa, como si no hubiera llorado durante horas, momentos antes, hasta comprender que lo quería. Que lo quería en serio. Que lo quería para "algo más" que de a ratos, más que libertades y liberalidades.
Me costaba comprender por qué, con tanta buena onda y/o química, viene alguien de la nada y sería "mejor" que yo, para él. El tan famoso y falto de sororidad "qué tiene ella, que no tenga yo?" me asaltaba constante y desgarradoramente, a mí y a cualquiera de mis amigos dispuestos a escuchar "Mi historia".
Todo hasta que pude comprender, que no es mejor. No la conozco en persona. Pero sólo puedo decir que es diferente a mí. Quizás eso era lo que él quería o necesitaba o lo que le gustó. Él tampoco me hizo nada, menos a propósito. Sólo conoció a alguien y se tiró al fondo de la pileta por esa otra persona.
Lo único que se hirió fue mi ego, mi capricho y mis miedos. Y todo eso me lo hice yo solita. Y todo eso me hizo darme cuenta y apreciar un montón de otras cosas, y mirarlas a través de diferentes cristales nuevos, más brillantes y otros más opacos.
Todo pasa por algo. Yo creo que acepté nuevas miras. Todo pasa. Ya pasó. Quizás... sólo quizas, un poquito, evolucioné.
La historia continuará, hay que ver qué me sigo y que me sigue ahora.
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