Lo que pasó
Fue lo que inevitablemente tenía que suceder.
No me ganó,
No abandoné,
No hubo knock out,
Ni pelea propiamente dicha.
Fuimos instintos encontrados
Y consumados.
Y ahora también lo fui.
Porque la vida, siempre que la creía buena,
Me dio golpes muy bajos...
Esos días,
Esos días sólo me desprendí,
Por todos lados fui a pasear
(Sin saber que me había ido).
Sólo salí de mí.
Y me perdí.
Y no volví.
Me refugié, cuál tortuga bebé,
Asustada,
Dentro de su caparazón.
No, no fue ostracismo,
Fue puro instinto de supervivencia.
martes, 25 de abril de 2017
lunes, 10 de abril de 2017
Duele
El temblor de la mano sangrante y traicionera,
Escurriendo gotas por el tibio puñal
Que acaba de sacar
De la espalda a la que se lo acaba de clavar.
Cuando la mano que lastima,
Es amiga,
No hay dolor que duela más.
El temblor de esa mano,
Que tantas veces tomé, ayudé y felicité,
Ese temblor
Parece tan pálido y falso
A la luz de los engaños
Que van brotando en diferentes rememorandos.
La incomprensión de la traición,
Es un puñal certero que cayó en el suelo,
Retumbando y brillando,
Con colores metálicos y sanguinarios combinados.
El sonido del silencio
Y la soledad
De parte de quién amas y confías,
Sonando por los pisos, estrellados en una nada,
Helada...
Son dolores que duelen,
Y mucho.
Y cuando la verdad por todos sea dicha,
La herida ya no existirá
Pero la cicatriz
(Cuando se forme y llegue)
Allí va a estar. Recordando.
Recordándonos.
Sabiendo lo que no sabía antes,
Sabiendo la tranquilidad de mi conciencia;
Y el cansancio de la traición y de la falta de confianza,
Al fin estará relajado.
Y esos dolores,ya no doleran tanto.
Escurriendo gotas por el tibio puñal
Que acaba de sacar
De la espalda a la que se lo acaba de clavar.
Cuando la mano que lastima,
Es amiga,
No hay dolor que duela más.
El temblor de esa mano,
Que tantas veces tomé, ayudé y felicité,
Ese temblor
Parece tan pálido y falso
A la luz de los engaños
Que van brotando en diferentes rememorandos.
La incomprensión de la traición,
Es un puñal certero que cayó en el suelo,
Retumbando y brillando,
Con colores metálicos y sanguinarios combinados.
El sonido del silencio
Y la soledad
De parte de quién amas y confías,
Sonando por los pisos, estrellados en una nada,
Helada...
Son dolores que duelen,
Y mucho.
Y cuando la verdad por todos sea dicha,
La herida ya no existirá
Pero la cicatriz
(Cuando se forme y llegue)
Allí va a estar. Recordando.
Recordándonos.
Sabiendo lo que no sabía antes,
Sabiendo la tranquilidad de mi conciencia;
Y el cansancio de la traición y de la falta de confianza,
Al fin estará relajado.
Y esos dolores,ya no doleran tanto.
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